Bibiana Zapata Hincapié
Inspiradora de Vida | Otro Rumbo Fundación
Comida Sana, Alimentarse Bien Empieza En Tu Mente
En nuestra sociedad, la relación con la comida a menudo está cargada de emociones y juicios. Desde la infancia, nos enseñan a etiquetar los alimentos como “buenos” o “malos”, y a menudo nos sentimos culpables por disfrutar de una comida deliciosa. Sin embargo, superar esta culpa es esencial para nuestra salud física y emocional. En este artículo, exploraremos cómo cambiar nuestra perspectiva puede liberarnos de la restricción y el juicio, y cómo adoptar una relación más amorosa y consciente con la comida puede mejorar nuestra calidad de vida.
De la Restricción a la Aceptación
La restricción alimentaria es común en las dietas de moda y en la búsqueda de la “perfección” física. Sin embargo, cuando nos privamos constantemente de ciertos alimentos, creamos una relación tensa con la comida. En lugar de restringirnos, debemos aprender a aceptar y disfrutar de los alimentos que nos nutren y nos hacen sentir bien. Esto no significa comer en exceso sin control, sino más bien escuchar a nuestro cuerpo y satisfacer nuestras necesidades sin culpa.
Del Juicio a la Compasión
¿Cuántas veces te has sentido culpable después de comer un postre o una pizza? El juicio hacia nosotros mismos por nuestras elecciones alimenticias solo aumenta la ansiedad y la insatisfacción. En lugar de juzgarnos, practiquemos la compasión. Reconozcamos que todos merecemos disfrutar de la comida sin sentirnos mal. La compasión nos permite liberarnos de la culpa y cultivar una relación más saludable con lo que comemos.
Claro, una dieta saludable depende de los alimentos que escogemos. Cuando la ansiedad por la comida se dispara, solemos seleccionar aquellos menos naturales, con mayor carga de grasas y calorías. Es por ello que, así como gestionamos las emociones, debemos manejar nuestra alimentación. Tomar consciencia no desde la represión, sino desde el mejoramiento de nuestros hábitos alimenticios. No desde el juicio, sino desde vivir el proceso de mejorar nuestra relación con la comida.
Enfoque Consciente y Amoroso
La alimentación consciente es una práctica que nos invita a prestar atención plena a lo que comemos. En lugar de comer de manera automática o distraída, tomemos el tiempo para saborear, oler, ver y masticar los alimentos que ingerimos en el momento en que los consumimos.
Observemos cómo nos sentimos después de comer ciertos alimentos. ¿Nos sentimos satisfechos y energizados o pesados y culpables? Evaluemos si tenemos hambre o si simplemente tenemos un antojo puntual pero no hambre; este punto nos permite identificar si estamos comiendo por ansiedad o si estamos comiendo porque nuestro cuerpo necesita alimentarse.
Al adoptar un enfoque más amoroso hacia nosotros mismos, podemos tomar decisiones alimenticias desde un lugar de cuidado y respeto. Al entender que la comida no es buena ni mala, podemos mejorar nuestra relación con la comida.
Beneficios para la Salud Física y Emocional
Cuando dejamos de sentirnos culpables por disfrutar lo que comemos, nuestro cuerpo también se beneficia. El estrés y la ansiedad relacionados con la alimentación pueden afectar la digestión y el metabolismo. Al liberarnos de la culpa, reducimos la inflamación y mejoramos nuestra salud física. Además, al cultivar una relación más positiva con la comida, también fortalecemos nuestra salud emocional y nuestra autoestima.
Gestiona Tus Emociones, No Te Las Comas
Come rico y no sientas culpa. Cambiar nuestra perspectiva hacia nuestra alimentación es un proceso gradual, pero vale la pena. Al adoptar la aceptación, la compasión y la alimentación consciente, podemos mejorar nuestra calidad de vida y disfrutar de cada comida sin remordimientos. Así que, la próxima vez que te sientes a la mesa, recuerda: ¡mereces disfrutar de cada bocado sin sentirte culpable!
¡Buen provecho!
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